Viena #1

Esa combinación es la que ves inmediatamente cuando llegas a Viena, la capital de Austria. Te recomendamos que lo hagas con un mínimo de 5 días para que tengas tiempo de descubrir muchos rincones de este bello lugar.

Seguramente cuando veas un mapa de la ciudad vas a pensar cuán grande es, y si, es grande; pero viajeros quédense tranquilos ya que las conexiones de transporte público son espectaculares y no tendrán problemas para movilizarse. Alojense cercano a cualquier línea de metro identificada con la U, son los subterráneos. Es la manera más rápida de moverse por la ciudad. Nosotros adquirimos la Vienna Card que incluida dentro de otros beneficios el transporte público ilimitado.

Para visitar los múltiples edificios de la época imperial de los Habsburgo, tenes varias opciones. Nosotros adquirimos el Sisi Pass, un pase que incluía la visita a los Apartamentos Imperiales del Palacio Hofburg, utilizada hasta 1918 como residencia de invierno; el Museo de Sisi con una impresionante colección de vajilla imperial única en el mundo sumado a un paseo por la historia de la emperatriz Elisabeth mas conocida como Sisi; el Museo del Mobiliario Imperial, un espacio que atesora todos los ornamentos en madera que algunas vez decoraron los palacios y; el Palacio Schonbrunn, la residencia imperial que era utilizada durante el verano por la familia real. De este ultimo son impresionates sus jardines, lamentablemente nosotros viajamos a principios del otoño, por ende parece que los jardineros estaban esperando que todas las hojas se secaran y estaba totalmente sin flores ni ornamentos que lo hacen mas bello aun. Palacio Schonbrunn se encuentra un poco mas alejando del centro histórico, se llega con el metro U4 y debe descender en la estación Schonbrunn.

Viena reinal

En la zona del palacio Hofburg, es muy recomendable que visiten el museo del Tesoro Imperial, una muestra de las joyas de la corona, principalmente podrán ver la corona del Emperador Rofolfo II y muchas joyas en rubi.
Recorran las principales peatonales de la ciudad rodeada de palacios, las principales marcas de la moda mundial, la catedral gótica San Stephans y no dejen de visitar la iglesia de San Peter, muy pequeña ella y casi perdida dentro del casco antiguo, pero de una belleza única; la Opera el Ayuntamiento y la Albertina, antiguas habitaciones imperiales convertidas hoy a galería de arte con exhibiciones permanentes de Monet y Picasso.

No podes irte de Viena sin visitar el Palacio Belvedere, compuestos por dos magníficos palacios utilizados por el príncipe Eugenio como residencia de verano. Ambos edificios están comunicados por un extenso jardín constituyendo una de las obras arquitectónicas barrocas más espléndidas del mundo. En ambos edificios podrán disfrutar de una excepcional colección de arte, entre ellas las obras del austriaco Gustav Klimt. Hay varias combinaciones de ticket, para nosotros el mejor es el Klimt Pass, que incluye ambos palacios (inferior y superior), cuesta 20 euros por persona, el metro más cerca es Sud Tiroler - Hauptbanhoff.

Viena #3

Un emblema de la ciudad es la Noria Gigante, una gran vuelta al mundo del parque  de diversiones que viene sobreviviendo desde 1897 (mira si tiene guerras no?). Desde aquí muy buenas panorámicas bellísimas

Viena #2

Algo de música debes de ir a ver. Hay mucha oferta de música clásica en la tierra que vio crecer a Mozart y variada en dinero. Nosotros buscamos algo mas diferenciado, por ello nos fuimos a ver los Niños Cantores de Viena, una de los coros infantiles más famosos del mundo. Desde hace algunos años tienen su propia sala de conciertos llamada Muth, donde las entradas van desde 39 euros.

Para saborear en Viena, torta de chocolate Sacher, los Winer Schnitzel (una tierna carne rebozada con pan rallado, estilo milanesas argentinas) que la comimos en un restaurant típico llamado Hurt. Los puestos callejeros de Bitzinger tienen las más sabrosas salchichas vienesas!

Viena #4

Palacio Schonbrunn

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